A
COCO LE GUSTA EL INVIERNO
(Cuento de invierno)
No a todo el mundo le gusta el invierno. Raquel, la profe de los pequeños, pregunta en clase a los niños y niñas:
- ¿Vosotros a quien conocéis que le guste el
invierno?
-
A un oso
polar, dicen unos.
-
A los muñecos
de nieve, dicen otros.
-
A mí, y a mí,
y a mi también. Dicen algunos de los niños.
Y luego siempre dicen alguna cosa o animal
más, del que ahora mismo no me acuerdo. Vamos a ver si alguno de vosotros se
sabe más y me refresca la memoria.
- (……….)
La profe Raquel, vuelve a preguntar a los
niños y niñas de su clase.
¿Y sabéis por qué a ellos les gusta el
invierno?
Y ellos contestan cosas como:
-Por que a los osos les gusta el frío.
-Por que los muñecos de nieve se derriten
si no hace frío.
Y todos se alborotan y montan un jaleo
espantoso en el que ya no se entiende nada de nada. Cuando al fin Raquel logra
poner un poco de orden en tanto ruido les dice:
-¿Y a vosotros por que os gusta tanto el
invierno?
-Pues
a nosotros por que nieva y nos gusta jugar con la nieve.
Y
luego volver a casa y estar calentitos, y tomar una rica merienda, cansados
después de jugar tanto. Lo dicen claro está con sus palabras y volviendo a
hacer mucho ruido.
Y es que a los niños ya no se les ocurren
muchos más animales o cosas a quienes
les guste el invierno. Ni muchas más razones.
Bien, pues yo conozco alguien a quien
también le gusta el invierno. Se llama Coco. ¿Queréis saber quien es, y por qué
le gusta el invierno?
COCO Y NOGUI
Coco es una casa, un edificio de 4 pisos
de altura que vive no muy lejos de aquí. Coco tiene enfrente suyo la carretera,
y también hay un jardín en el que está plantado, un hermoso y precioso árbol
que se llama Nogui.
Coco y Nogui, son muy amigos, se conocen
desde el mismo día que a uno le trasplantaron al jardín y al otro lo terminaron
de construir. Y de esto hace ya más de veinte años.
Al principio Nogui era muy pequeñito, y
con su fachada, Coco lo protegía de los malos vientos. Pero ahora Nogui es muy
grande, y tiene unas enormes ramas, recubiertas de preciosas hojas verdes y
frondosas, que salvo en invierno, a Coco le impiden ver bien la calle y la
carretera.
Por eso, aunque a Coco le da mucha pena
ver que al llegar el otoño, Nogui se duerme a la vez que se le caen las hojas,
se siente menos triste si piensa que va a poder ver mejor el paisaje.
Además el invierno tiene otras ventajas,
aunque por fuera hace frío, por dentro se está bien calentito, con todas las
calefacciones encendidas que le dan a Coco, un calorcito de lo más agradable.
También disfruta de la compañía de su
amigo el muñeco de nieve, y como los niños pasan más tiempo dentro de casa, los
oye reír y alborotar con sus juegos. Y eso le hace feliz.
Después del invierno llega la primavera y
Coco también es feliz, a Nogui le salen nuevos brotes y unas esplendidas hojas
que ambos celebran con mucha alegría.
Nogui se despereza de su sueño invernal y
ambos amigos vuelven a estar juntos hasta el invierno que viene.
FIN
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